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Sábado, 24 Mayo 2014 20:26

De qué va la UE: Impacto exterior, política energética y empresa privada

11 - De qué va la UE

 

Impacto exterior, política energética y empresa privada

 

 

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¿Qué impactos tienen las políticas de la UE en el mundo?

 

La UE es uno de los principales agentes impulsores del neoliberalismo, dentro y fuera de sus fronteras. Pone el foco en un modelo productivo insostenible y depredador, basado en la competitividad global y la extracción de recursos en terceros países. Es el modelo también pregonado por la Organización Mundial del Comercio (OMC). ¿Cómo impone la UE este modelo? Entre otras cosas, promoviendo que las empresas europeas puedan competir en las mejores condiciones posibles fuera de sus fronteras.

 

Para facilitar esta estrategia de competitividad global, la UE impulsó, mediante el euro, un espacio financiero que pudiera competir con Wall Street o los mercados de valores asiáticos. Asimismo, apostó por la liberalización de cada vez más actividades (energía, comunicación, banca, transportes, etc).

 

En el 2006, la UE profundizó su política comercial con la comunicación “Una Europa Global: Competir en el Mundo”, buscando de manera agresiva una completa “re-regulación” de los mercados en favor de las grandes corporaciones europeas. Facilita a los exportadores europeos el acceso a los mercados y las materias primas en cualquier parte del mundo. Esconde una mayor desregulación social, laboral y medioambiental, disfrazándolas de requisitos indispensables para el "crecimiento".

 

Las innumerables medidas de austeridad y reducción del gasto público, impulsadas por la UE, provocan una recesión interna y una contracción de la demanda que, consecuentemente, hace que gran parte de lo que se vendía dentro de las fronteras de la UE se quede sin mercado, impulsando la necesidad de un mercado externo. A raíz de esta situación, durante los últimos años, se han recrudecido las presiones para lograr la firma de los Acuerdos de Asociación, la variante europea de los Tratados de Libre Comercio (TLCs). Las negociaciones con los grandes países-mercados emergentes, India, China, Brasil están recibiendo un gran impulso, así como Corea del Sur, Singapur, Malasia, Vietnam, Centroamérica, Colombia, Perú y Canadá. Son bien conocidas las consecuencias negativas que estas medidas tienen para las pequeñas y medianas empresas locales, devastando las condiciones laborales, especialmente la de las mujeres, y provocando un alza en los precios, una vez que se ha arrasado con los productos locales.

 

En febrero de 2012 se produjo la aprobación del Parlamento Europeo (PE) para ampliar el acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos, generando un nefasto resultado para la pequeña producción agraria, tanto europea como marroquí y saharaui. Este acuerdo solo beneficia a las grandes corporaciones industriales, principalmente europeas.

 

En mayo del 2013, el Tratado de Libre Comercio entre la UE, Colombia y Perú agudizó la dramática situación de derechos humanos, de empobrecimiento y desempleo, así como agravó la destrucción ambiental y la crisis climática, no sólo en Colombia y Perú, sino también en Europa. La ratificación del acuerdo comercial, con el que la UE pretende “salir de la crisis exportando más” va en contra de las obligaciones internacionales contraídas por la UE en materia de derechos humanos y entraña el riesgo de consolidar todavía más la impunidad de las fuerzas armadas y la policía.

 

Estas políticas comerciales de la UE son un elemento clave para entender las relaciones entre los países del Norte y los del Sur. Al mismo tiempo, los TLCs tienen una gran función geopolítica: mediante su implementación se consolidan poderes políticos y económicos entre los estados firmantes, favoreciendo el acceso a recursos naturales en condiciones de injusticia. Estos tratados están vinculados también a los intereses militares y de seguridad nacional de las potencias geopolíticas.

 

Asimismo, la estrategia comercial de la UE ataca el derecho de los países a producir suficiente comida para alimentar a sus habitantes. En los países empobrecidos, campesinas y campesinos se ven obligados a integrase en el mercado mundial, lo que multiplica las protestas por hambre e incrementa la pobreza. Las migraciones aumentan como resultado de los desastres económicos y medioambientales provocados por éstas políticas. Mientras, las personas migrantes deben enfrentar la Europa-Fortaleza y son objeto de criminalización debido a políticas de inmigración racistas de la UE, como claramente muestran los últimos lamentables episodios acontecidos en Ceuta.

 

La Comisión Europea sigue fomentando políticas de liberalización, privatización y desregulación tanto en el mercado exterior como en el interior (por ejemplo, ahora está negociando un Tratado con EEUU, conocido como TTIP, que tendrá nefastas consecuencias). Mientras los flujos de comercio e inversión son la prioridad, el cambio climático, el empleo digno, la justicia social y la igualdad en el mundo no lo son.

 

 

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¿Cuál es la política energética de la UE?

 

El Tratado de Lisboa sitúa a la energía en el centro de la actividad europea, de hecho, dota a la energía de una nueva base jurídica que no poseía en los tratados precedentes. Esto no es de extrañar, pues sin un aumento del consumo energético no hay crecimiento económico posible. Además, Europa tiene una fuerte dependencia del exterior: importa el 70% del petróleo que consume y el 50% del gas. La Unión Europea, segunda economía mundial, consume una quinta parte de la energía que se produce en el mundo.

 

Por ello, la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeos han ido poniendo en marcha una serie de políticas encaminadas a garantizar un suministro creciente a precios asequibles. Una de las políticas fundamentales han sido los denominados "objetivos 20-20-20", que debían cumplirse antes de 2020 y que se basaban en tres puntos: reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto de las emitidas en 1990, que un 20% de las energías consumidas procedan de fuentes renovables y 20% de mejora de la eficiencia energética de la UE. Sin embargo, en enero de 2014 el objetivo de energías renovables se cayó de la agenda. Sin contradicción, desde la perspectiva de la UE, con este objetivo, la Unión también favorece los agrocarburantes, la energía nuclear o la importación de los petróleos más contaminantes, como las arenas bituminosas de Canadá.

 

En realidad, a la UE no le importa la sostenibilidad ni la lucha contra el cambio climático, sino sostener su competitividad a nivel internacional teniendo más acceso a la energía y, a ser posible, más diversificado y autóctono. Por supuesto siempre lo más barato posible.

 

Estamos atravesando ya el pico del petróleo y, en breve, vendrán en del gas, el carbón y el uranio. Esto implicará, inevitablemente, que la energía será cada vez más cara e inaccesible. En lugar de intentar adaptarse a esta nueva realidad, la UE sigue viviendo en el pasado intentando incrementar su uso energético, cuando esto es ya imposible.

 

 

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¿Cómo influyen las empresas privadas en la toma de decisiones de la UE?

 

En la UE hay unas 15.000 personas pagadas por las principales empresas transnacionales que se dedican a presionar en los organismos de la UE. En otras palabras, realizan labores de "lobby" o cabildeo. Por ello no es de extrañar que, en la mayoría de las ocasiones, la legislación de la UE y sus tratados se parezcan sospechosamente a las peticiones de los grandes capitales europeos.

 

Entre los principales grupos de presión empresariales en la UE destacan BusinessEurope, la patronal europea y la ERT (Mesa Rendonda de Industriales). La ERT es un club privado en el que solo se puede entrar con invitación. En él se aglutianan más de 50 multinacionales con base en Europa, entre las que se encuentran las españolas Inditex, Telefónica, Iberdrola y Repsol. Además, hay numerosas organizaciones creadas expresamente para cada uno de los sectores.

 

El foco de estos grupos de presión se centra en las grandes políticas de la UE. Sus éxitos son notables. Por ejemplo, la ERT recoge en su página web, sin ningún rubor, cómo ha sido determinante en la configuración de:

 

  • El Mercado Único: "Jacques Delors, anterior presidente de la Comisión Europea (1985-1995) y uno de los principales defensores del Mercado Único, ha reconocido públicamente el importante papel desempeñado por la ERT en este área".
  • Tratado de Maastricht y la unión monetaria: "Los miembros estuvieron activos en el diseño y la puesta en marcha exitosa del calendario de Maastricht basado en la adopción del euro como la moneda única en 1999 y la introducción de billetes y monedas de euro en 2002."
  • Agenda de Lisboa: "Los miembros de la ERT han contribuido a la preparación de la Agenda de Lisboa con el objeto de hacer Europa 'la economía más competitiva y dinámica basada en el conocimiento del mundo' para el año 2010".

 

Pero el trabajo incesante en la defensa de sus intereses no se restringe a las grandes líneas de actuación de la UE, sino que también desciende a las políticas concretas, como la de cambio climático, las negociaciones actuales para la puesta en marcha de un tratado de libre comercio con EEUU, la reforma bancaria, o la apuesta por la competitividad (es decir, la reducción de los derechos laborales y sociales, la bajada de salarios, o la reducción de los objetivos de "lucha" contra el cambio climático).

 

El mecanismo básico de actuación de los grupos de cabildeo es el acceso directo a los principales actores de la Unión. Por ejemplo, recientemente la ERT se ha reunido con Barroso, Merkel y Hollande para hablar de la próxima reunión europea sobre competitividad. Además de estas reuniones, también se organizan eventos previos a las cumbres europeas que abordan los mismos temas y tienen a los mismos protagonistas invitados. Este es el caso de la reunión organizada por BusinessEurope dos meses antes de la Cumbre de Primavera de la UE.

 

Finalmente, otro ejemplo claro del poder de las finanzas en la UE son los gobiernos pasados de Grecia e Italia. Sus primeros ministros fueron depuestos y, en su lugar se colocaron, a iniciativa del Consejo, a "tecnócratas" para implantar una serie de fuertes ajustes sociales, laborales y ambientales. Casualmente, tanto el Primer Ministro griego como el italiano que fueron impuestos sin ninguna votación para sacar adelante las medidas de ajuste estructural, procedían de Goldman Sachs, al igual que el presidente del BCE. Si bien estos son los casos más descarados, no son los únicos: no hay más que mirar el currículum Gobierno español.

 

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