Jueves, 02 Mayo 2013 17:52

Aserrín aserrán la broma del alcalde algun@s no la olvidarán

Aserrín aserránEl día 30 de abril, víspera del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, apareció en un periódico local una foto del alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, serrucho en mano. Al parecer, durante una visita en un taller para desempleados, cogió el serrucho y bromeó con los recortes y la austeridad que la administración está aplicando por la crisis. Ese periódico lo calificaba de sentido del humor.

 

El sentido del humor muchas veces es subjetivo (poco se rió el alcalde en el parque de bomberos hace unos meses), pero en este caso es, sencillamente, insultante. Hay que ser o muy torpe o muy cruel para, en un taller de desempleo, en un país con 6.202.700 de desempleadas/os y la tasa de paro en el 27,16%, "bromear" con ciertos aspectos de la realidad, muy dura, que están viviendo muchas personas y que, sin haber provocado esta crisis (más bien estafa), la estamos sufriendo.

 

Las personas que trabajan en el Ayuntamiento seguro que también se están muriendo de risa con el chiste del alcalde, sobre todo después de que les hayan aplicado el famoso R.D. como a todo el funcionariado, y que se puede resumir en trabaja más por menos (menos dinero, menos derechos, menos seguridad...). Tampoco se te ocurra protestar, que hay amenaza de abrir un expediente disciplinario.

 

También las trabajadoras y trabajadores de las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento, reirán aún con la broma. Total, sólo han retrocedido unos cuantos años en sus derechos reflejados en los convenios, eso sí, con el beneplácito de algunos sindicatos acostumbrados a reírle las gracias y a aceptar sin rechistar.

 

En general, las personas que vivimos en Salamanca, nos tenemos que tragar lo bien que ajusta el Ayuntamiento sus cuentas (¡¡que tiene superávit!!), pero en la calle la gente nota los recortes en servicios y ayudas.

 

Los políticos tienen un gran sentido del humor:

 

- hacen gracias en los sitios más inoportunos, como el alcalde,
- se les "escapan" expresiones que los micrófonos cazan como el "que se jodan" de Andrea Fabra, diputada del PP por Castellón, cuando Rajoy anunció las modificaciones en el cobro de la prestación por desempleo
- declaraciones del tipo "para salir de la crisis hay que trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos. Es muy duro decirlo, pero es la verdad", de Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE, ahora en prisión preventiva por alzamiento de bienes, insolvencia punible, y blanqueo de capitales, entre otros
- consejos como los del secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, a los trabajadores públicos para que "se olviden del cafelito y de leer el periódico" y sean más productivos.

 

Esto es solo una pequeña muestra de las perlas de nuestros políticos y altos empresarios (la línea divisoria es cada vez menos clara), cuando, cada día, incluso en los medios de comunicación más rancios y retrógrados aparecen nuevos casos de corrupción. Eso sí, estos mismos elementos se asustan con los escraches y nos acusan de violentos, radicales, terroristas, antidemocráticos... y hasta se escandalizan cuando la gente se acerca al Congreso de los Diputados gritando "No nos representan" y no del cerco policial diario que hay en toda la calle Floridablanca. Pasar por allí es la mejor manera de comprobar el estado de salud de las libertades y derechos en este país.

 

La imagen del alcalde con el serrucho y su sentido del humor, no parece haber levantado mucha polémica. Increíblemente seguimos adormecidas/os. Pero a algunas personas se nos viene a la cabeza la siguiente frase "Si te tratan como a un perro, no muevas la cola; ¡muerde!"

 

Nosotras también tenemos mucho sentido del humor.