Miércoles, 01 Mayo 2013 16:34

En abril 3 mujeres más asesinadas y 1 herida grave

Cada mes, la CGT, desde la Secretaría de la Mujer a nivel Confederal, desde los diferentes sindicatos y secciones sindicales, remitimos escritos al Ministerio de Justicia, Ministerio de Sanidad, Asuntos sociales e Igualdad y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Para la CGT las medidas que adopta el Gobierno frente a la violencia que sufren las mujeres, son insuficientes.

 

A pesar de las contestaciones que nos llegan en respuesta a estos escritos desde los distintos ministerios donde los remitimos, en las que justifican los avances que se están realizando en materia de igualdad, desde CGT pensamos seguir enviándoles estos comunicados mes a mes, ya que entendemos que mientras no se eduque en igualdad plena, incluyendo asignaturas y debates en colegios e institutos, y haya suficientes medios en atención social para atender a mujeres, niños, niñas y jóvenes que son los y las más perjudicadas por su crisis, la violencia de género seguirá existiendo porque desde el poder establecido se permite desde sus inicios.


Este mes han sido asesinadas tres mujeres más por sus parejas o exparejas y todavía se debate entre la vida y la muerte otra mujer herida muy grave por su expareja. También hemos de lamentar cinco asesinatos de familiares, entre ellos, 2 niños y 1 niña, con lo que ya sumamos 26 personas asesinadas en 4 meses.

 

Pasamos a relacionar las personas asesinadas:

 

  • Leonor, niña de 6 años, asesinada por su padre.
  • Dolores, 46 años, asesinada por su marido.
  • Ángel y Javier, 13 y 5 años, y su abuela materna de 70 años, asesinados por padre y yerno.
  • H.D.A., angoleña de 30 años, en investigación.
  • J.P.R., hombre de 31 años que se encontraba con una mujer de 31 años, herida muy grave por su expareja
  • Mª del Salvador G.C., de 69 años, asesinada por su marido.

Mientras su gobierno se dedica a seguir quitándonos derechos, como pretende hacer con la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, obvia el cumplimiento de otras como es La Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Con este comportamiento, perpetúan la violencia hacia las mujeres, al considerarnos como menores que hemos de ser tuteladas en nuestras decisiones.


La institucionalización de la violencia hacia las mujeres, con los recortes económicos y sociales cuyas consecuencias sufrimos en primer grado, hace que los asesinatos se sigan normalizando y que si la mujer no denuncia, este sea su problema. Por no hablar de la confusión generada con la modificación y el pago de las tasas judiciales.


El hecho de imponer a las mujeres maltratadas denunciar ante la policía para poder acceder a protección, hace que muchas no se atrevan y continúen aguantando los malos tratos hasta que es demasiado tarde; también se dan casos en los que la mujer denuncia y tiene orden de alejamiento pero da igual: al final, resulta asesinada.


Seguimos denunciando que la excusa de la crisis les ha servido para recortar todo el entramado de ayuda social a estos casos, reduciendo los pisos de acogida y los centros de atención a mujeres.


Queremos recordar a los distintos ministerios, que en 50 años de violencia terrorista, ha habido 829 víctimas. En 10 años contabilizados por distintas organizaciones, ha habido más de 900 víctimas de violencia machista. La comparación es terrible, pero demuestra la poca importancia que se da a un problema frente a otro.


Como sociedad, no solamente hemos de lamentar la muerte de la persona en sí, también hay que solidarizarse con la desgracia de la familia que queda destrozada después de pasar por estas situaciones tan lamentables. Hemos de hacer una profunda reflexión sobre la sociedad que estamos formando, legitimando la violencia en todos los aspectos de nuestras vidas, sin que nadie tome medidas contra ella.

Desde CGT exigimos el cumplimiento íntegro de la Ley, que se doten presupuestariamente los programas pertinentes desde los distintos ámbitos y no sólo en lo concerniente a Justicia y funcionarios policiales. Basta ya de considerar a las mujeres ciudadanas de segunda. No podemos consentir que la crisis sea la excusa para que, desde los distintos ámbitos, no se haga nada para erradicar la violencia.
Después de 9 años, queda demostrado que apenas se ha avanzado. El hecho de imponer a las mujeres que deben denunciar primero, supone en la mayoría de los casos su silencio, con la perpetuación de la violencia. Si desde otros ámbitos (colegios, asistentes sociales, salud...) se educa y sensibiliza socialmente, estas mujeres tienen más posibilidades de salir adelante.


Hay medidas que no implican más gasto de dinero, solamente un poco más de voluntad institucional y política que demostraría que las mujeres no somos ciudadanas de segunda.