Miércoles, 27 Marzo 2013 12:41

El Recorte en el Transporte Público de la ciudad

20130327 - Plan de MovilidadEl "Proyecto de optimización del servicio de autobuses urbanos de Salamanca" ya está en funcionamiento. El proyecto forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que impulsa el Ayuntamiento, al amparo de la legislación existente en el país, como por ejemplo el artículo 101 de la Ley de Economía Sostenible, que dice así:


1. Los Planes de Movilidad Sostenible son un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo la implantación de formas de desplazamiento más sostenibles en el ámbito geográfico que corresponda, priorizando la reducción del transporte individual en beneficio de los sistemas colectivos y de otros modos no motorizados de transportes (...)"


Con la intención de conseguir "Un transporte más eficiente. Un servicio mejor", se ha seguido la forma de gobernar de moda, el recorte. Es loable que la administración persiga la eficacia y austeridad, pero no sólo en tiempos de crisis. Como administradores de recursos aportados por los ciudadanos a través de impuestos, tasas u otros, su gestión tiene que regirse siempre por la moderación, el ahorro y la eficacia; ahora y antes también.


Mejorar el servicio municipal de transporte público de Salamanca debe ser consecuencia de una estrategia global del mismo, partiendo de la participación plena de todos los concernidos, como usuarios, vecinos, trabajadores, gestores y técnicos municipales. Esto por supuesto requiere su tiempo, y lo ha habido de sobra. Es justo reconocer que el Ayuntamiento ha promovido un proceso de participación y ha aceptado sugerencias, pero entendemos que este ha sido mejorable.


La "mejora" no puede quedarse en recortes, hay que incentivar un mayor uso de un servicio que el Ayuntamiento ha de prestar obligatoriamente, y pagar con el dinero de todos. Y por este motivo hay que darle prioridad frente a otros medios de transporte que le entorpecen y le restan eficacia. Un autobús semivacío en un atasco es una clara muestra de despilfarro de recursos públicos. Hay formas de conseguir un servicio más eficiente y con menor coste, además de recortar recorridos. Mejorando estos con iniciativas que eviten problemas derivados de la congestión del tráfico, como los carriles bus (tan necesarios en la Gran Vía por ejemplo), prioridad en los cruces, rediseñando los lugares de parada (y cómo se realiza o solicita) y permitiendo la misma en el propio carril de circulación, que además mejora la accesibilidad para todos los usuarios, por poner algunos ejemplos.


También se ahorra si la gestión la realiza directamente el Ayuntamiento, al finalizar la actual concesión a una empresa privada de este servicio municipal. Estas empresas legítimamente buscan conseguir beneficios con su actividad, pero ello encarece el servicio que presta. Si ahora se insiste en la necesidad de reducir costes, eliminar un intermediario innecesario (como otros en tantos servicios municipales privatizados) claramente ahorra dinero público.


Y los cambios hay que publicitarlos de forma eficaz e insistente y siendo ágiles cuando se hacen. Se han modificado recorridos sin que los ciudadanos sepan qué pasa con las paradas, incluso hay nuevas paradas que se ha tardado días en señalizar (paradójicamente para vehículos), o se confunden con paradas de taxis. Se han traslado paradas sin un sentido claro como al final de la Gran Vía (cuyo problema es el permanente aparcamiento ilegal de vehículos que sigue sin impedirse, se resolvería eficazmente si el autobús para en el carril de circulación y la acera se adecua a ello), e incomprensiblemente sigue separada de las demás la línea 3 cerca de la plaza de San Julián. Desde luego no parece que el continuo alejamiento de una parada de la Estación de Autobuses, ahora más lejos y escondida, mejore el servicio para quienes nos visitan.


Los recortes de recorridos afectan fundamentalmente a zonas con población envejecida, será que piensan que como son pocos no protestaran mucho. Se quiere evitar recorridos sin paradas (como la extinta línea 2 por la Avenida Carmen Martin Gaite) pero se traslada parcialmente la línea 4 a Jesús Arambarri en Puente Ladrillo con paradas donde apenas vive gente. Incluso en el documento publicado con fecha del 15 de Marzo faltan paradas en la relación que de las mismas se hace en cada línea, que siguen existiendo. Y no sabemos qué "conexión oculta" tiene con la amenaza permanente de privatizar la sanidad el eliminar recorridos directos a Centros de Salud de barrios como parte de Chamberí, Los Alcaldes o Puente Ladrillo. Junto a esto, se sigue olvidando la accesibilidad para todos en muchas paradas.


Por supuesto toda la información existente en las paradas se ha vuelto obsoleta, y la tradición dice que se tardará bastante tiempo en cambiarla (confiemos que en este caso nos dejen como mentirosos). Aprovechando esto, no estaría de más que en las paradas de la plaza del empresario o en la avenida de Mirat 15 se colocaran pantallas informativas gastando algo del ahorro que parece se va a conseguir. Es de suponer que pedir un plan de mejoras y adecuación de las paradas (incluida la accesibilidad para quien tiene problemas) sea demasiado.


El servicio de transporte público de Salamanca necesitaba una revisión, un replanteamiento, que no es sinónimo de recorte.

 

Confederación General del Trabajo (CGT) y Ecologistas en Acción (EeA).